Rogelio Pozo Carro, CEO de la Fundación AZTI
La arquitectura institucional del sistema de ciencia y tecnología ha ido incorporando en las últimas décadas a instituciones intermedias encargadas de transformar los resultados de investigación en innovaciones, como los centros tecnológicos. ¿Qué papel desarrollan estos centros dentro del Sistema y cuál es su potencial de cara a los próximos años?
El papel de los centros tecnológicos es la de transformar el conocimiento en soluciones de mercado que aportan valor a los diferentes agentes de la cadena. El modelo de negocio debe estar basado en la generación de soluciones para el futuro, donde la generación del conocimiento tiene mayor peso, a la transferencia de soluciones al presente para cubrir las necesidades de las empresas e instituciones. Creo que en el futuro los centros realizarán un papel más relevante todavía si son capaces de generar soluciones innovadoras para el mercado.
Esta operativa para potenciar la transferencia de conocimiento y de tecnología al tejido productivo ha permitido evolucionar el sector pesquero en base a la I+D+i ¿Cuál es su visión acerca de esta evolución en los últimos 20 años?
La evolución es positiva pero no suficiente. Todavía hay un largo camino de mejora y es necesaria una mayor colaboración entre las empresas y los centros tecnológicos para tener más probabilidades de éxito en la transferencia.
La tecnología está presente en todos los ámbitos de la vida y, como no puede ser de otra manera, también en el sector pesquero y acuícola. ¿Cree que el nivel de inversión destinado a este sector es adecuado para su posicionamiento ante los retos que vienen por delante en materia de adaptación al cambio climático, mejora de la eficiencia energética, deep learning, etc?
El sector precisa incorporar más innovaciones en los procesos para ser más eficiente y ahorrar costes, a la vez, que generar nuevas propuestas de valor al mercado desde un mejor conocimiento de este y de las necesidades de los clientes. La inversión en I+D+i privada en el sector es baja comparada con otros sectores alimentarios y con otros sectores industriales. El sector necesita dar un salto cuantitativo en la innovación y ello significará que las empresas incluyan en su estrategia la I+D+i y destinen más recursos para ser más competitivas y sostenibles en todos los ámbitos desde la palanca de la innovación tecnológica y no tecnológica.
¿Cuáles son las necesidades tecnológicas que permitirían aumentar la competitividad del tejido productivo?
Las realidades de cada empresa son diferentes y requieren soluciones personalizadas. Aún así puede señalarse de forma general que el sector debe incrementar la utilización de tecnologías para ser más eficientes en los procesos (menos uso de energía, agua, reducción de mermas, automatización de operaciones, etc.), lo cual redunda en menos costes y una opción de mejora del margen. También, se debe poner el foco en generar y capturar más valor del mercado. Ofrecer soluciones que responsan a las necesidades cambiantes de los clientes, la personalización de la oferta dando respuesta a dos grandes tendencias como son la hiper-conveniencia y la salud. La digitalización es la base para poder dar respuesta tanto a la eficiencia como a la generación de valor, los verdaderos objetivos para se más competitivos.
¿Qué papel juegan los centros tecnológicos en el desarrollo de proyectos colaborativos y en cooperación entre los sectores productivos y la sociedad?
Los centros tecnológicos son agentes activos a la hora de dinamizar proyectos en cooperación por su extensa red de contactos, en definitiva, son facilitadores, pero no deben ser los lideres. Si no hay liderazgo empresarial el proyecto está condenado al fracaso y difícilmente generará impacto en el tejido empresarial.
Según la última encuesta de percepción social de la ciencia de la FECYT del año 2020, solo el 14,2 % de la población española muestra interés por los temas científico tecnológicos. ¿A qué cree que se debe este desapego de la ciencia y como puede incentivarse desde la ciencia un mayor interés de la ciudadanía por la ciencia?
Los responsables de esos datos somos los científicos. No tenemos puesto el foco en comunicar y socializar la generación de valor que realizamos para la sociedad. Nos hablamos a nosotros mismos cuando el público objetivo son las empresas, las instituciones, los medios de comunicación, la sociedad. Las personas cuando tenemos un problema buscamos respuestas y la respuesta está en la ciencia, nos toca al mundo científico mostrar todo nuestro potencial y como contribuimos al desarrollo empresarial, regional, a construir las sociedades del futuro, a formar a y transferir conocimiento a profesionales… Es necesario que definamos un modelo de contribución social y adoptemos decisiones estratégicas en el día a día para conseguir resultados de impacto y transformadores.
A pesar de los avances experimentados en los últimos años, la apuesta por la innovación todavía presenta un largo recorrido para su definitiva implementación a nivel empresarial, especialmente en sectores más tradicionales, como la pesca. ¿Cómo incorporar las empresas pesqueras la innovación en su día a día y qué papel juegan los centros tecnológicos a la hora de integrar este ADN innovador en el día a día del sector?
Las empresas necesitan lideres que crean de verdad en la innovación como palanca de mejora y transformación empresarial. Sin ese liderazgo es imposible integrar ninguna iniciativa de innovación, ya que se considerará como algo prescindible y no como una inversión de futuro para construir la cuenta de resultados de los próximos años. Los centros tecnológicos podemos ayudar en esa concienciación si nos ponemos en su lugar y comprendemos su estrategia y cómo ofrecemos soluciones que contribuyan a la consecución de sus objetivos.
Vivimos en un continuo proceso de revisión de las políticas de I+D, con la actualización de la Ley de la Ciencia, la elaboración de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027, el nuevo Plan Estatal de I+D+i para 2021, la reorganización de los OPIs, con la absorción del IEO por pate del CSIC. Según su visión, ¿están las empresas involucradas en estos ejercicios de planificación estratégica y establecimiento de prioridades y se adecúan realmente a sus necesidades? ¿Cómo podría incentivarse su participación?
En general las empresas no participan en estos procesos, tienen recursos escasos y no disponen de tiempo para destinarlo a estos procesos de creación de planes estratégicos por entender que no les aporta valor. En algunos casos asociaciones profesionales y clústeres empresariales participan haciendo aportaciones sobre líneas concretas de investigación a desarrollar. Sin embargo, estas aportaciones no son suficientes. Es necesario una mayor colaboración y una gobernanza público-privada de los planes y de la asignación de los recursos.
La mejora del conocimiento de los ámbitos costeros y del medio marino es fundamental para garantizar su efectiva protección y conservación y para optimizar la explotación de los recursos que nos ofrecen desde una aproximación sostenible. ¿Qué papel esta jugado AZTI en este ámbito y cuáles son los aspectos clave a reforzar de cara a los próximos años?
Los recursos naturales son limitados y salvajes, la gestión sostenible de los mismos sólo puede hacerse desde el mejor conocimiento científico. Con este enfoque estratégico nuestra apuesta ha estado siempre focalizada en aportar evidencias desde un enfoque ecosistémico, biológico, económico y social que ayuden a generar una visión holística y comprender mejor las consecuencias de las decisiones de gestión pesquera en el corto, medio y largo plazo. Dado el proceso de toma de decisiones siempre ha sido una prioridas estar presente en los comités científicos internacionales que asesoran a las instituciones y a las ORPs para aportar esa información.
Desde AZTI lideráis y colaboráis con un amplio espectro de proyectos europeos y nacionales, orientados a mejorar la relación de las actividades pesqueras con el medio ambiente ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo y cómo percibe el sector esta relación? ¿Observáis un cambio de percepción por parte del sector en los últimos años?
La mayoría de los proyectos como he señalado tienen un enfoque ecosistémico donde la componente ambiental es muy significativa y con un enfoque de circularidad. Con un alcance desde prevenir y minimizar el impacto, hasta el aprovechamiento al cien por cien de los recursos naturales, utilizando en todo momento procesos ecoeficientes. Los profesionales del sector con los que trabajamos están siendo muy proactivos en todos ellos, ya que perciben la generación de valor que les aporta incluir en la toma de decisiones los aspectos ambientales, desde el ahorro hasta la mejora de prestaciones en muchos casos.
La contaminación marina, especialmente la relacionada con los plásticos y microplásticos, ha saltado en los últimos años a la opinión pública, generándose un intenso debate en el ámbito académico y de gestión acerca de la vía para su reducción y eliminación. ¿Cómo valoras el papel del sector pesquero ante este reto? ¿Cómo se puede apoyar a los pescadores desde la administración para apoyar y redoblar sus esfuerzos?
Artes de pesca abandonadas, vertidos accidentales… contribuyen en la contaminación marina. Pero no son sólo los únicos donde poner el foco, ya que, mucha de la contaminación marina llega a través de los ríos, transporte marítimo y actividades recreativas. Los profesionales del sector pesquero con los que colaboramos son conscientes de la necesidad de minimizar y trabajan de forma activa involucrándose para recuperar basura marina y también para reciclar redes y otros aparejos de pesca. Aun así, todavía hay un largo camino por recorrer y en ese camino, los pescadores son parte de la solución de recuperar la basura marina flotante.
¿Qué visión tenéis en AZTI acerca de las diversas iniciativas de ciencia ciudadana vinculadas al medio marino que se están impulsando a nivel nacional e internacional y cuál es vuestro nivel de implicación en ellas?
Ya he señalado que los científicos debemos ser más proactivos en la ciencia ciudadana. Tenemos información, evidencias basadas en datos contrastados que son la base para luchar contra el negacionismo que existe en muchos temas, para aportar conocimiento y concienciar a la sociedad y a futuras generaciones de personas investigadoras, ofrecer contenido a los medios de comunicación, etc. En AZTI socializar nuestro conocimiento y las soluciones forman parte de nuestra estrategia, por eso nuestra referencia es “en la ciencia está la respuesta” y lo implementamos cada año mediante acciones y recursos para generar un impacto positivo en la sociedad.
Doctor en Ciencias, es el CEO de Fundación AZTI desde 2004. Miembro de los consejos de administración de empresas del sector alimentario (New Food Spray, Roboconcept, Apaprocesing), así como de varias fundaciones relacionadas en innovación y seguridad alimentaria, calidad y excelencia (Basque Culinary Center, Euskalit Euskampus, Aquarium of San Sebastiany Elika), es autor de más de 100 publicaciones científicas, 50 conferencias, inventor sobre ocho patentes, dirigió cinco tesis doctorales y también ha participado en seis libros, experiencia que le confiere la consideración de uno de los profesionales más acreditados el país en el sector de la pesca y la acuicultura.
La Fundación AZTI transforma la ciencia en soluciones que dan respuesta a los grandes desafíos de la cadena de valor del mar y de la alimentación. Fundada en 1981, tiene más de 250 empleados, el 58 % son doctores, cuenta con de 1.000 publicaciones indexadas, ha promovido más de 210 empleos directos, tiene una cartera de 242 clientes y 549 proyectos vivos, muchos de ellos financiados por la UE, y genera anualmente unos ingresos de 20M€. Por cada euro que invierten en I+D moviliza siete en la industria pesquera y 15 en la alimentaria. Impulsan la creación de Nuevas Empresas de Base Tecnológica y las ayudan en su desarrollo continuo, que generaron en 2018 un ingreso de 4,3 M€ y 124 empleos directos.
La alta calidad científica combinada con la aplicación de los resultados de investigación es la base sobre la cual se sustenta que el éxito del equipo investigador, convertido en referente internacional. Un científico de AZTI, Ángel Borja, entra a formar parte de la lista de Highly Cited Researchers, es decir, está en el 1 % más citado en su campo a nivel mundial. El 10 % del Scientific, Technical and Economic Committee for Fisheries (STECF), comité científico de expertos que asesora a la UE en materia pesquera, está formado por personal investigador de AZTI. Son el centro de investigación con mayor representación en este comité en Europa.